René Descartes, Encuentro 1: Duda y subjetividad

Considerado por muchos el padre de la filosofía moderna, René Descartes (1596-1650), desarrolló su pensamiento en una época de grandes cambios e inestabilidad en todos los ambitos, incluyendo el intelectual, donde habiendo tantas opiniones con respecto a un solo tema, no se podía sino dudar.

Descartes, no se conformó con los saberes que recibió de sus profesores o de la cultura, tampoco se conformó con el saber generado por los filósofos que le precedieron. Esto no quiere decir que menospreciara dichos saberes, sino que prefería inclinarse por desconfiar de todo, incluso de sus propias opiniones y del conocimiento que podía adquirir a través de los sentidos. De modo que optó por juzgar por sí mismo, pues sabia que no hay nada que no pueda ser objeto de disputa y por tanto dudoso.

«Puede ser, no obstante, que me engañe, y acaso lo que me parece oro puro y diamante fino no sea sino un poco de cobre y de vidrio, sé cuán expuestos estamos a equivocarnos cuando de nosotros mismos se trata […].»²

Asi, consciente de que lo que una persona toma como cierto puede resultar ser falso, Descartes colocó todo su saber bajo un paréntesis, el paréntesis de la duda, y lo sometió bajo la ayuda de un método construido por él mismo al juicio de su razón.

Con lo anterior Descartes no esperaba reformar el mundo. Su objetivo era reformar su propio pensamiento, adoptando como verdadero sólo aquello que, a imitación de las matemáticas, se le presentase como verosímil y no admitiera dudas. El camino a emprender, no estuvo guiado por ninguna autoridad intelectual externa, sino por su propia razón.

Para Descartes la razón es el «buen sentido», la facultad de distinguir lo verdadero de lo falso; es lo único que puede legitimar el conocimiento; es lo único que puede llevarnos a la verdad; y es lo que nos distingue del resto de los animales. La razón ha de ser el pilar de la ciencia, y ésta última se ha de buscar en el mundo partiendo de uno mismo.

Hallar en el propio entendimiento las razones es un rasgo renacentista que Descartes mantuvo en la peculiaridad de su pensar, pues consideraba que, en los pensamientos de un sólo individuo puede haber más verdad que en los de varias personas, o en los de la persona de letras, cuyos juicios carecen de consecuencias, ya que, el ser humano que admite «verdades» pronunciadas por otros, no se responsabiliza de nada, pues es la razón de alguien más la que habla por él. Con esto en mente, Descartes desarrolló «el método» (en el cual nos centraremos en la próxima entrada), a través del cual fue aprendiendo a no creer con demasiada firmeza, y con ello se fue librando de muchos errores que le impedían escuchar la voz de su razón.

«[…] me embargaban tantas dudas y errores, que me parecía que, procurando instruirme, no había conseguido más provecho que el de descubrir cada vez más mi ignorancia.»

-René Descartes

Referencias

1. Descartes, R. (1637/2014). Discurso del método. España: Gredos.

2. Ídem; p. 102.

*Entrada revisada y editada. Originalmente escrita y publicada el 22 de agosto del 2017 en: https://encuentroexistencialps.wordpress.com/2017/08/22/encuentro-1-duda-y-subjetividad/

Comentarios

  1. Gracias por tomarte el tiempo para regalarnos estas entradas. Te sigo, desde que tenias el viejo Blog, y estoy muy entuciasmado por leer lo nuevo. Aun asi, la revisión y actualización de tus viejas entradas me viene muy bien como repaso. Saludos fraternos. Att. Cesar Palacios.

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